Finalidad de la literatura
La obra literaria, como cualquier otra obra de arte, está hecha para que los oyentes o lectores disfruten con ella. El escritor quiere que se entretengan o se emocionen con lo que él ha escrito. La literatura busca ante todo el placer estético, y ésta es su finalidad principal. Esto no quiere decir que las obras literarias no puedan presentar otras intenciones secundarias. El escritor utiliza con frecuencia su obra para mostrar situaciones y problemas que sirven de enseñanza e incitan a la reflexión y al intercambio de ideas. De esta manera, puede presentar también una finalidad moral, como ha sido frecuente a lo largo de la Historia:
Un día, hablando el conde Lucanor con Patronio, su consejero, díjole así:
-Patronio, a mí me dicen que unos señores, vecinos míos, que son más poderosos que yo, se están juntando contra mí y que se preparan para hacerme daño; yo no lo creo, ni les tengo miedo, pero por la confianza que me merecéis, quiero me digáis si creéis que debo tomar alguna precaución.
-Señor conde Lucanor -respondió Patronio-, para que hagáis lo que creo os
conviene, me agradaría mucho que supierais lo que sucedió a la golondrina con los otros pájaros.
El conde le preguntó qué le había sucedido.
El conde le preguntó qué le había sucedido.
Otra de las funciones de la literatura, que comparte con disciplinas como la Psicología o la Filosofía, es la del conocimiento. La obra literaria sirve para comprender mejor el mundo, para reflexionar sobre la vida y sobre el ser humano. Permite acceder a situaciones e informaciones a las que no se llega de forma directa o mediante la experiencia personal.
Asimismo, la literatura puede presentar una finalidad política o social. Esto ocurre cuando, además de entretener o conmover al lector, el autor pretende modificar su actitud o pensamiento para acercarlo a determinada tesis o transformar el mundo que le rodea. Esto es lo que se conoce como literatura comprometida. A menudo, las obras literarias funcionan también como una catarsis. La catarsis es un sentimiento de liberación o de serenidad suscitado por la vivencia de una obra de arte. El lector puede encontrar reflejados en la literatura sentimientos y pasiones en los que se ve retratado y comprendido. Del mismo modo, el autor puede emplear la escritura para canalizar sus experiencias.
Por último, debemos recordar que otra de las finalidades que puede presentar una obra literaria es la de la evasión. La literatura, con su capacidad para crear mundos inexistentes o alternativos, es un medio para escapar de la realidad cuando esta resulta desagradable o incómoda. La finalidad evasiva está muy presente en algunos movimientos culturales, como el Romanticismo.
La evasión se puede manifestar literariamente de diversas formas. La obra puede escapar de la realidad mediante el espacio (se sitúa en lugares lejanos o exóticos), mediante el tiempo (se localiza en épocas pasadas que se consideran mejores), etc.
Buenísimo, muy informativo. Gracias
ResponderEliminarchido :D
ResponderEliminarpero
EliminarMe gusta la explicación.
ResponderEliminargracias me sirvio mucho
ResponderEliminarEstá súper buena la información.
ResponderEliminargracias
ResponderEliminarGracias por la información ℹ bro
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarEstoy altamente agradecido por toda esta información. Es de un valor especial en cual veo reflejado mis intereses. Gracias
ResponderEliminarcallate wey saca monas mejor
EliminarMuchas gracias, es un texto sencillo y comprensible en sus planteamientos.
ResponderEliminarmuy buen trabajo el texto fue corto pero muy bien explicado muchas gracias
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